lunes, 18 de mayo de 2009

F.W. Taylor La Obra Taylor


La Obra de Taylor
Según Scheid –autor que seguiremos viendo más adelante- “Frederick Winslow Taylor (1856-1915) nació en los Estados Unidos en el seno de una familia acomodada.” Después de trabajar durante cuatro años como aprendiz de mecánico en una pequeña empresa, ingresó en 1878 como obrero en la fábrica Midvale Steel (época en la cual se recibió de ingeniero) donde hizo una rápida carrera hasta convertirse precisamente en Ingeniero de la empresa. A partir de 1889 comenzó a trabajar como asesor, siendo uno de sus trabajos más conocidos, el realizado para la Bethlehem Steel Co.
Aplicó las ciencias exactas en forma metódica para resolver los problemas de fábrica y según Merrill, de estos análisis desarrolló ordenadamente una serie de principios que podían sustituir los métodos empíricos entonces en uso. Este recopilador que le da a la obra de Taylor importancia relevante, transcribe en su libro tres trabajos de este autor (existieron otras obras, la mayoría dedicadas concretamente al campo de la ingeniería; incluyéndose una que le dió a Taylor importante fama en ese ámbito, respecto al proceso de corte rápido de metales). Merrill incluye en su recopilación, varias obras específicamente referidas a la “Administración Científica” creada por este autor, las cuales son -en el orden cronológico en que fueron presentadas- las siguientes:

- Shop Management que fue presentada en 1903 en una reunión de la Sociedad Norteamericana de Ingenieros Mecánicos (A.S.M.E.).
- The Principles of Scientific Management es la transcripción de un discurso pronunciado en octubre de 1911 en el Dartmouth College.
- Extracto del Testimonio de Taylor ante la comisión especial investigadora de la Cámara de Representantes en enero de 1912.
Shop Management (1903)
En esta obra Taylor explica en forma un tanto resumida pero concreta, los métodos que implantó para aplicar su denominada Administración Científica:
- El Estudio del Tiempo que insumía cada tarea y cada uno de los movimientos que la componen, le permitía hacer una medición de la cantidad diaria de trabajo que un obrero podía realizar, la cual quedaba fijada como estándar.

"Éste, estará pendiente de ti todo el día con un cronómetro. Te cronometrará, contará las paladas, y te dirá lo que tienes que hacer. No es necesario que te apresures; simplemente trabaja a tu paso normal. Pero si alguno de ustedes trata de haraganear, esto será el fin. Los descubriremos tan seguramente como que ahora es de día y los despediremos de aquí".
F. W. Taylor.

- Esto se establecía estudiando y cronometrando el rendimiento de obreros destacados.

“Jamás se examine sino a un obrero de primera clase. Creo poder explicárselo mejor hablando de algo con lo que todos estamos familiarizados. Sabemos enormemente poco de los obreros, pero sería difícil que uno de los que aquí estamos no sepa mucho de caballos.
...No creo que ninguno elegiría un caballo trotón ni le llamaría de primera clase. Esto es lo que quiero decir cuando digo obrero de primera clase.”

- Se abandona el pago por jornal o día trabajado. Una vez establecido el estándar, se le pagaba al obrero según el cumplimiento de éste, es decir, se le abonaba a destajo.
- Según Taylor, el elemento motivacional fundamental, y prácticamente excluyente, de la Administración Científica, era la cantidad de dinero que el trabajador recibiría, al cambiar su remuneración por día laborado sustituyéndola por una remuneración relacionada directamente a su rendimiento.
- El método se veía, a la vez, potenciado por el establecimiento estandarizado de las máquinas, herramientas e instrumentos específicos para cada tipo de tarea, lo que agilizaba los trabajos.
- En su trabajo posterior “Principios de Administración Científica” Taylor aclara que al comienzo de la jornada de labor, cada trabajador encontraba en su casillero personal dos fichas de color (debe tenerse presente que existía un alto índice de analfabetismo), donde se le establecía cuánto había ganado el día anterior (como elemento específicamente motivante) y qué trabajo debía realizar en la jornada que iba a comenzar:
a) Color blanco: significaba que, en la jornada anterior,
el obrero había cumplido con el estándar asignado.
b) En caso contrario era de color amarillo lo que ponía
sobreaviso al obrero respecto a su incumplimiento.
- Se establecen ocho jefes de taller o capataces funcionales, en lugar del clásico capataz único, cada uno de los cuales daba instrucciones especializadas a cada obrero sobre aspectos específicos de la labor: herramientas a utilizar, tiempos establecidos y medición del trabajo, etc.
Explica Taylor que “Intencionalmente, las tareas se marcaban tan pesadas que solamente uno de cada cinco peones (quizá incluso un menor porcentaje que éste) podía mantenerla.” Si los obreros “...fracasaban salían” (de la empresa) es decir que eran despedidos, “... pero sin resentimientos hacia el sistema o hacia la administración.” (de la empresa).

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